Ingredientes:
2 calabacines
1 cebolleta
3 Huevos camperos ecológicos
1 Vaso de caldo de verdura
2 zanahorias
2 puerros
1 paquete de masa de hojaldre (La cocinera)
Nuez moscada
sal
1 vaso de leche de soja
aceite de oliva
Preparación:
Lavamos los calabacines, las zanahorias, los pelamos y cortamos en rodajas finas. Reservamos. Lavamos los puerros, quitando las hojas verdes, y los cortamos en rodajas. Quitamos la primera capa de la cebolleta y la picamos fino, poniéndola a pochar en una sartén con un chorrito de aceite de oliva (yo recomiendo un wok, ya que es más profundo y requiere menos aceite). Cuando esté transparente, añadimos el puerro, un poco de sal y dejamos 5 minutos más, o hasta que esté blando. Reservamos.
Añadimos un poco más de aceite a nuestra sartén y ya podemos empezar a pochar la zanahoria y el calabacín. Salpimentar al gusto. En unos 5-7 minutos, o cuando estén blandos, añadimos los puerros y la cebolleta, y lo dejamos 1 minuto más.
En un bol batimos los 3 huevos y añadimos los calabacines, las zanahorias, la cebolleta y los puerros. Removemos bien, echamos una pizca de nuez moscada, un poco más de sal, la leche de soja y un chorrito de caldo de verduras.
En un molde redondo, colocamos la masa de hojaldre, dejando debajo el papel de cocina que lleva, rellenamos con toda la mezcla y hacemos un pequeño doblez en todo el contorno de la masa. Horneamos a 180 º C durante 40 minutos o hasta que la masa esté cuajada. Podemos comprobarlo metiendo un palillo de madera. Cuando salga limpio ya está. Esperamos 5-10 minutos a que se temple, lo demoldamos y dejamos enfriar.
Puede comerse caliente, pero a mi juicio, este plato gana puntos si se consume al día siguiente. !Qué lo disfrutéis!
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